Una docena de vecinos, hace 60
años se movilizaron para impedir que el ladrillo arrasara el rastro agrícola-rural que desde
el siglo XI existía en el corazón urbano de París, en Montmartre. Entonces no podrían sospechar que su iniciativa,
apoyada por la ciudadanía se convertiría, año tras año, hasta hoy, en uno de
los grandes eventos culturales, festivos y sociales. Todo un significado
simbólico
de victoria sobre el avance imparable del ladrillo alrededor de una minúscula huerta de unos1.000m2
de victoria sobre el avance imparable del ladrillo alrededor de una minúscula huerta de unos1.000m2
Espero que dentro de unos años, en Madrid,
alguien pueda conmemorar, sobre la QTA, la iniciativa de vecinos de San
Blas-Canillejas, a través de sus Plataformas ciudadanas, para impedir su
invasión especulativa. Una invasión promovida por el mismo Ayuntamiento, y que
entregaba a intereses privados no solo un espacio físico público sino una parte
de nuestra historia común.
1.-PORQUE, ¿QUÉ ES LA QTA?
Fue la primera Corporación Municipal de la Democracia
(con Tierno Galván de alcalde de una Ayuntamiento bipartito), quien negoció un
Convenio Urbanístico con los Marqueses Propietarios por el que estos cedían la
QTA, a costa de recalificarles suelo rústico como suelo urbano. Una decisión
que tenía estas consecuencias:
a) Daba carpetazo a la pretensión de los dueños de que se
recalificara la QTA como suelo urbano, continuando con la inercia dominante de
los años sesenta y setenta.
b) Con la recalificación de otros suelos rústicos de los
dueños se ponían cientos de millones de euros en sus manos. Un negocio redondo. Cedían una finca que no
podían sostener y que daba pérdidas y recibían en compensación unos ingresos
espectaculares. Además podían seguir
ocupando la QTA hasta su muerte lo que produjo su definitivo deterioro y/o
devastación. En cierta medida un regalo económico envenenado para el
Ayuntamiento.
c) Paradójicamente, ha sido esta lenta agonía de la QTA,
en la que la maleza ha ocultado,
pero no eliminado, páginas de un libro continuado e irremplazable que muestra aspectos singulares de la evolución económica y social del Madrid de los últimos cinco siglos.
pero no eliminado, páginas de un libro continuado e irremplazable que muestra aspectos singulares de la evolución económica y social del Madrid de los últimos cinco siglos.
2.- ALGO MÁS DE LA HISTORIA DE LA
QTA
Conocemos que en cinco
siglos la QTA ha tenido momentos de
decadencia y esplendor. Siempre con un denominador común: el de su carácter
agropecuario dominante aunque a veces se potenciara también su lado de
residencia de recreo de la nobleza. Y lo sabemos porque ha sido objeto en ese
tiempo de numerosas operaciones de compraventa entre aristócratas que se
reflejaban en contratos con descripción de precio y contenido de elementos patrimoniales.
Este carácter
agropecuario, era un esfuerzo demasiado penoso para la nobleza que agobiada por el esfuerzo y la preocupación de
la labranza la transferían incluso con pérdidas en su precio. Por la genealogía
de los sucesivos marqueses que se la intercambiaban, parecía que éstos estaban
más preocupados en la búsqueda de lazos matrimoniales que engordasen el
currículum de sus títulos nobiliarios que en la mera actividad económica.
Algunos ejemplos del
perfil de los propietarios y la especialización agropecuaria de la QTA:
-En 1602 ya se conoce como propiedad de una
noble casa, la de Villamor, con
origen en una encomienda de indios peruana y se la describe como "quinta
cercada, con palacio, huerta, palomar y demás que comprende".
No les cabía en la cartera esa tarjeta de visita necesitaban sino
una mochila.
Hacia 1710 la veleidad afrancesada de los Aguilar apoyando la rama borbónica
frente a la de los Austrias les crea problemas. Se produce la breve estancia de
dos días en la QTA del pretendiente al trono, el archiduque D. Carlos de
Austria (Muy cerca de la Quinta todavía en los años 50 del pasado siglo se
bautizaba a un gran caserón conexo que existe hoy en la Piovera, como Cuartel
del Archiduque).
- En 1737 se
vende a la casa de los Duques de Osuna y volvemos a la tarjeta en su
mochila: Francisca Javiera Bibiana Pérez de Guzmán el Bueno y Silva Mendoza,
hija de los Duques de Medina Sidonia, nieta de los del Infantado y Pastrana y
viuda del 7º de Osuna, Dº José María Téllez-Girón y Benavides, Marqués de
Frómista, Conde de Caracena, de Pinto y de Ureña.
Se hicieron fuertes
inversiones en los edificios y huertas -sobre todo en la fábrica del agua.
De los 300.000 reales en que fue
vendida, casi 100.000 correspondía a este
complejo hidráulico. Además se
habla de "el cultivo de membrillos o manzanos asperiegos y también entre los
frutales, perales cermeños, del Buen Cristiano y bergamotos; ciruelos,
albaricoques ,acerolos, perabrigos, guindos, higueras blancas y negras,
avellanos, almendros, etc., así como 3.750 cepas, 52 olivos, 212 álamos negros
y olmos y 30 álamos blancos.
En cuanto a finca de recreo los Osuna abordaron unas obras que
precedieron al Capricho. No obstante tras un incendio en 1750 que
destruye el Palacio les empuja a la venta a un actor singular:
- La Orden de
Predicadores del Convento de Dominicos de Atocha. Una Orden religiosa con
reminiscencias de las comitivas de los Autos de fe, el Santo Oficio. (Solo unos
años antes se había decretado el fin de la Inquisición). Es dueña de la Quinta
por breve período hasta que la venden de nuevo hacia 1770 a otros marqueses de
los que cito sucesivamente a los Álvarez de Toledo, los Cerralbo y finalmente los
Bedmar. No especifico su currículum nobiliario en atención a no agotarnos.
- En 1850 y con el Marqués
de Bedmar, la Quinta adquiere su máximo esplendor Es un afrancesado,
ilustrado, con innovaciones agropecuarias importantes y con estrechas
relaciones con la intelectualidad y la monarquía. Benito Pérez Galdós
mencionaba la Posesión de Bedmar, junto con las de Vista Alegre, Montijo y la
Alameda de Osuna, como una de las cuatro más célebres en las proximidades de
Madrid.
Se conocen por inventarios de 1885 la organización de la QTA y el
esplendor mobiliario es importante como Lasso de la Vega describe
detalladamente:
3.- EL FINAL DE LA
HISTORIA Y UN PILAR PARA EL FUTURO
La sociedad cambia, los restos feudales de la nobleza tocan a su fin y ésta se refugia asustada tras cortinas de silencio. Las tapias de la QTA cada vez cierran más el paso de la luz, y con razón.
Durante la Guerra Civil, como muchos de los palacios y fincas
nobles de Madrid son ocupadas por milicianos ante el apoyo de sus propietarios
a los sublevados. La QTA no es una excepción y es ocupada por una compañía
anarquista. Al final de la guerra los dueños la recuperan (antes el marqués de
Torre Arias es asesinado al comienzo de la guerra y uno de sus hijos muere en
el frente de Cataluña). El abandono progresivo es el hecho diferencial, hasta
que tras el acuerdo con el Ayuntamiento democrático de 1987 se cede al
Ayuntamiento de Madrid con la condición de que se mantenga en buen estado. Lo
que no se produce. Y el resultado años después es la salida en grandes trailers
del mobiliario (cuadros, biblioteca, muebles, lámparas, tapices, imágenes de la
capilla-oratorio.....hasta las cortinas)
quedando en la desnudez más absoluta y los edificios en estado lamentable. La finca es atacada por la termita del abandono. Es el panorama que se encuentra el Ayuntamiento cuando entra a disponer de la QTA. No fueron los iletrados milicianos anarquistas los que destruyeron su mobiliario como relata la leyenda. Fueron otras manos las que lo hicieron, menos iletradas pero incultas hasta el despropósito. Y expertas en devastación de la historia de lo ajeno.
quedando en la desnudez más absoluta y los edificios en estado lamentable. La finca es atacada por la termita del abandono. Es el panorama que se encuentra el Ayuntamiento cuando entra a disponer de la QTA. No fueron los iletrados milicianos anarquistas los que destruyeron su mobiliario como relata la leyenda. Fueron otras manos las que lo hicieron, menos iletradas pero incultas hasta el despropósito. Y expertas en devastación de la historia de lo ajeno.
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